Cuando el trabajo te agota: Claves para frenar el estrés y recuperar el equilibrio

• 6 de cada 10 trabajadores en países desarrollados experimentan estrés en el lugar de trabajo.

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Hoy, la productividad y el rendimiento en el trabajo parecen ser las principales medidas del éxito, dejando de lado aspectos fundamentales como el bienestar personal, el descanso y la salud mental. Con jornadas laborales cada vez más exigentes, el estrés muchas veces se convierte en una constante en nuestras vidas, afectando, paradójicamente, tanto nuestro desempeño como nuestra calidad de vida.

Un estudio del ADP Research Institute encontró que el 66% de los trabajadores experimentan estrés laboral al menos una vez por semana, lo que equivale a aproximadamente 6 de cada 10 empleados.

Además, investigaciones indican que los asalariados de países ricos declaran estar más estresados que los de países más pobres. Factores como la presión laboral y los desafíos de equilibrar la vida personal y profesional contribuyen significativamente a este fenómeno. 

En pequeñas dosis, el estrés puede ser un estímulo que nos motive a enfrentar desafíos. Sin embargo, cuando se vuelve crónico y descontrolado, comienza a mermar nuestra energía de manera notoria, comprometiendo no solo nuestra salud, sino nuestras relaciones personales, creatividad y capacidad de tomar decisiones acertadas.

Consejos para superar el estrés laboral

Afortunadamente, el estrés laboral no es algo que no tenga remedio. Existen diversas estrategias que pueden ayudar a manejarlo de manera efectiva y a recuperar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Aquí te presentamos algunas de las más valiosas:

1. Establecer límites claros: El primer paso para reducir el estrés laboral es diferenciar con claridad el tiempo de trabajo del tiempo personal. Esto implica establecer horarios definidos y respetarlos, evitando revisar correos o responder mensajes fuera de la jornada laboral. Delimitar espacios físicos para cada actividad también ayuda a reforzar esta separación.

2. Practicar la gestión del tiempo: Muchas veces, el estrés proviene de una mala organización de tareas. Utilizar técnicas como la matriz de Eisenhower para priorizar actividades, o el método Pomodoro para mejorar la concentración, puede aumentar la productividad sin generar una sobrecarga mental. Aprender a delegar y decir "no" cuando sea necesario también es fundamental.

3. Incorporar hábitos de bienestar: La alimentación equilibrada, el ejercicio físico y un descanso adecuado son pilares esenciales para reducir el estrés. Dormir lo suficiente, practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga, y evitar el exceso de cafeína y azúcar pueden marcar una gran diferencia en el nivel de energía y ayudar a afrontar el día con mayor calma.

4. Fomentar un entorno laboral saludable: Crear un espacio de trabajo organizado y agradable puede mejorar la sensación de bienestar. También puede ser útil promover una comunicación abierta con los compañeros de trabajo mediante la cual puedan expresar preocupaciones y buscar soluciones en conjunto. Esto generará un ambiente menos tenso y más colaborativo, lo cual ayudará a disminuir el estrés laboral. 

Recuerda que, si bien es importante buscar siempre la mejora en el ámbito laboral, también es de suma importancia que exista una armonía entre el trabajo y la vida personal.