Tener pareja está altamente valorado en nuestras sociedades y a veces eso nos genera presión.
La presión social es un fenómeno omnipresente en nuestras vidas, moldeando nuestras decisiones, creencias y comportamientos. Este fenómeno se observa de manera particular en ciertas culturas y entre grupos de personas donde el valor de una relación romántica es elevado y se considera un paso importante hacia la madurez o la realización personal.
Factores que contribuyen a la presión por tener pareja
La presión para tener pareja puede deberse a una combinación de factores que afectan las percepciones y expectativas sociales sobre las relaciones románticas. Aunque estos factores pueden variar según la cultura, el contexto social y las vivencias personales, existen ciertos elementos comunes que generan esta presión de manera general en la sociedad. Por ello, Javi Soriano, psicólogo en diálogo con Psicología y Mente nos lo menciona:
Influencia de los medios y cultura popular: La presión por tener pareja está en gran medida impulsada por la influencia de los medios de comunicación y la cultura popular. Películas, series, libros y canciones tienden a idealizar el amor romántico, presentándolo como clave para alcanzar la felicidad personal. Estas representaciones suelen mostrar parejas felices como modelos a seguir, creando expectativas poco realistas sobre lo que debería ser una relación ideal. Además, la falta de visibilidad de personas solteras o en relaciones diferentes refuerza la idea de que estar en pareja es la norma socialmente aceptada.
Expectativas familiares y sociales: Las expectativas familiares y sociales también ejercen presión para tener pareja. Desde jóvenes, se nos enseña que las relaciones románticas son esenciales en la vida adulta, y se fomenta la idea de que formar pareja es un objetivo valioso. Las preguntas constantes sobre el estado sentimental y las insinuaciones familiares bienintencionadas pueden generar una sensación de insuficiencia o presión en quienes no están en una relación.
Comparaciones con terceras personas: Las comparaciones con amigos, colegas o conocidos también generan presión para estar en pareja, especialmente en la era de las redes sociales, donde las personas suelen compartir momentos felices de sus relaciones. Ver publicaciones que resaltan logros y experiencias románticas puede hacer que quienes no están en una relación se sientan excluidos o menos exitosos. Estas imágenes y actualizaciones, a menudo idealizadas, pueden distorsionar la realidad y crear la impresión de que los demás llevan una vida amorosa perfecta.
Impacto en la salud mental de la presión social por tener pareja
La presión social por tener pareja puede tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar emocional de las personas, ya que puede generar una serie de desafíos y dificultades psicológicas. Esta presión constante puede manifestarse de diversas formas y afectar a individuos de todas las edades y géneros, causando:
Ansiedad.
Depresión.
Baja autoestima y autoconcepto.
Estrés.
Consejos para no ser influenciado por la presión social
Javi Soriano nos brinda consejos para evitar ser influenciado por la presión social de tener pareja.
Promoción de la autonomía: Trabajar en uno mismo es fundamental para que la presión social no nos afecte. Reconocer y valorar la capacidad para vivir vidas satisfactorias sin depender de una relación romántica puede ayudar a reducir este sentimiento.
Valoración de la vida sin pareja: Las personas solteras pueden tener una gama de experiencias y relaciones significativas fuera del ámbito romántico. Al desterrar el estigma asociado con la soltería, se puede crear un entorno más inclusivo y compasivo donde todas las formas de vida sean igualmente válidas y respetadas.
Autocuidado y autoaceptación: La autoaceptación y el autocuidado son clave para manejar la presión social de tener pareja. Practicar actividades como la meditación o el ejercicio fortalecen la resiliencia emocional y mejora el bienestar. Además, desarrollar una actitud de aceptación y compasión hacia uno mismo ayuda a reducir el impacto negativo de la presión externa, favoreciendo una mayor satisfacción personal.
Asistir a terapia: La salud mental es bastante compleja, se sigue actualizando constantemente. Uno puede tener mejoras personales con la ayuda correcta.
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