Dismorfia del selfie: Cuando las fotos destruyen el autoestima
- Redacción Qhali
- 28 ene
- 2 Min. de lectura
Las redes sociales pueden ser el catalizador de muchas enfermedades mentales, entre ellos la llamada dismorfia del selfie. Aprende a identificarla.

(JUEGO EN PROCESO)
En la era digital, las redes sociales han transformado la manera en que nos percibimos y presentamos al mundo. Una manifestación de este fenómeno es la "dismorfia del selfie", un trastorno que surge cuando las personas se obsesionan con su apariencia en las fotografías, especialmente aquellas modificadas con filtros de belleza.
El auge de los filtros y la distorsión de la autoimagen
Aplicaciones como Instagram, Snapchat y TikTok ofrecen una amplia gama de filtros que alteran rasgos faciales, suavizan imperfecciones y ajustan proporciones, creando versiones idealizadas de uno mismo.
Aunque estos filtros pueden parecer inofensivos, su uso constante puede llevar a una distorsión de la autoimagen. Según un artículo publicado en Industrial Psychiatry Journal, la obsesión por la apariencia puede llevar a que la persona afectada por este trastorno quiera asemejarse a su imagen modificada por los filtros de las redes sociales, incluso acudiendo a la cirugía estética.
Impacto en la salud mental y búsqueda de la perfección
La dismorfia del selfie se relaciona con el trastorno dismórfico corporal, donde la persona experimenta una preocupación excesiva por defectos percibidos en su apariencia. Esta obsesión puede generar ansiedad, depresión y una disminución de la autoestima.
La constante comparación con imágenes retocadas y la presión por alcanzar estándares de belleza irreales intensifican estos sentimientos. La Universidad Abierta de Cataluña señala que la dismorfia del selfie hace que los investigadores cambien su foco: han interiorizado el ideal de delgadez y la insatisfacción corporal "que nos afecta a todos, pero que empieza a ser TDC desde el momento en el que modifica tus conductas".
Medidas para abordar la dismorfia del selfie
Reconociendo los riesgos asociados, algunas plataformas están implementando medidas para mitigar el impacto de los filtros en la salud mental. Por ejemplo, TikTok anunció restricciones en el uso de ciertos filtros de belleza para usuarios menores de 18 años, buscando reducir la dismorfia corporal que estos filtros pueden causar y acentuar.
Para combatir la dismorfia del selfie, es esencial fomentar una autoimagen saludable y realista. Limitar el uso de filtros, practicar la aceptación personal y buscar apoyo profesional si es necesario son pasos fundamentales. Además, promover la educación sobre los efectos de las redes sociales en la percepción de uno mismo puede ayudar a prevenir este trastorno.
Mientras que las herramientas digitales ofrecen formas creativas de expresión, es crucial ser conscientes de sus posibles efectos en la salud mental y trabajar hacia una relación más equilibrada y saludable con nuestra autoimagen.
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