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La influencia de las emociones en los dolores físicos crónicos

  • Foto del escritor: Redacción Qhali
    Redacción Qhali
  • 28 feb
  • 2 Min. de lectura
  • Descubre cómo las emociones impactan nuestra percepción del dolor crónico y cómo gestionarlas puede mejorar la calidad de vida.

    emociones
    Foto: Freepik


El vínculo entre la mente y el cuerpo es innegable, y las emociones juegan un papel crucial en la forma en que experimentamos el dolor físico crónico. Estudios recientes confirman que factores como el estrés, la ansiedad y la depresión pueden intensificar la percepción del dolor, mientras que una buena gestión emocional puede contribuir a su alivio.


Cómo las emociones influyen en el dolor 


El dolor crónico es una condición que afecta a millones de personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco personas padece algún tipo de dolor crónico. Este tipo de dolor no solo tiene causas físicas, sino también componentes psicológicos y emocionales que pueden agravar su intensidad.


Shirley Gómez, psicóloga especialista en salud emocional, explica: "El cerebro procesa tanto el dolor físico como el emocional en las mismas áreas, como la corteza cingulada anterior y la ínsula. Por eso, las emociones negativas como el miedo, el estrés o la tristeza pueden amplificar la sensación de dolor".


Cuando el cuerpo está bajo estrés constante, se libera cortisol, una hormona que, en exceso, puede aumentar la inflamación y sensibilizar el sistema nervioso al dolor. Un informe del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) de EE. UU. destaca que las personas con altos niveles de estrés son más propensas a desarrollar condiciones como migrañas, fibromialgia y dolor lumbar crónico.


La importancia de gestionar las emociones 


Afortunadamente, aprender a manejar las emociones puede marcar una gran diferencia en la percepción del dolor crónico. Aquí algunas estrategias respaldadas por especialistas:


  1. Prácticas de mindfulness: La meditación y la atención plena ayudan a reducir el estrés y a mejorar la respuesta del cuerpo al dolor. Según un estudio de la Universidad de Harvard, practicar mindfulness regularmente puede disminuir la intensidad del dolor hasta en un 25%.

  2. Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es eficaz para cambiar los pensamientos negativos asociados al dolor y desarrollar estrategias de afrontamiento. El Ministerio de Salud del Perú recomienda esta terapia como parte del tratamiento integral para pacientes con dolor crónico.

  3. Actividad física: Realizar ejercicios suaves, como yoga o natación, no solo fortalece el cuerpo, sino que también mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, conocidas como las "hormonas de la felicidad".

  4. Red de apoyo emocional: Contar con amigos, familiares o grupos de apoyo puede ayudar a procesar mejor las emociones y reducir el impacto del dolor en la vida diaria.


La relación entre las emociones y el dolor crónico subraya la importancia de cuidar tanto la salud mental como la física. Entender cómo nuestras emociones influyen en el cuerpo es el primer paso para tomar el control de nuestra salud. Invertir en estrategias de gestión emocional puede no solo aliviar el dolor, sino también mejorar la calidad de vida de manera significativa.

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