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Manifestación vs. acción: ¿hasta qué punto los pensamientos pueden cambiar tu vida?

  • Foto del escritor: Redacción Qhali
    Redacción Qhali
  • 10 abr
  • 2 Min. de lectura
  • La manifestación se ha convertido en un concepto popular en el mundo del desarrollo personal, pero ¿realmente basta con pensar en lo que queremos para que se haga realidad.

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    Foto: Freepick



La idea de que nuestros pensamientos pueden moldear nuestra realidad no es nueva. La manifestación, basada en la Ley de Atracción, sugiere que visualizar lo que deseamos y mantener una mentalidad positiva puede atraer el éxito, la riqueza o el amor. Sin embargo, la ciencia y la psicología han demostrado que, aunque el pensamiento influye en nuestro comportamiento, la acción es el verdadero motor del cambio.


¿Qué dice la ciencia sobre la manifestación?


Investigaciones recientes en neurociencia han revelado que el cerebro responde de manera poderosa a la visualización. Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que imaginar una acción activa las mismas áreas cerebrales que realizarla físicamente. Esto significa que la visualización puede ser útil para aumentar la confianza y la motivación.


Sin embargo, un análisis de la Universidad de Nueva York advirtió que la manifestación sin acción puede generar una falsa sensación de logro, lo que lleva a la procrastinación. Según la psicóloga peruana Dra. Mariana Salazar, "el pensamiento positivo es un buen punto de partida, pero sin estrategias claras y esfuerzo constante, los resultados no llegan".


¿Por qué la acción es clave?


La manifestación puede ayudar a desarrollar una mentalidad optimista, pero sin planificación y trabajo, las metas quedan en el aire. De acuerdo con un informe de la American Psychological Association (APA), las personas que combinan la visualización con acciones concretas tienen más probabilidades de alcanzar sus objetivos.


Los expertos sugieren algunos pasos clave:

  • Definir metas claras: Especificar qué se quiere lograr y en qué plazo.

  • Tomar pequeñas acciones diarias: Dividir los objetivos en tareas alcanzables.

  • Ser flexible y adaptarse: No todo ocurre como se planea; es importante ajustar la estrategia cuando sea necesario.

  • Mantener la disciplina: La constancia es más efectiva que la motivación pasajera.


El equilibrio entre visualizar y actuar


Si bien la manifestación puede ser una herramienta poderosa para mantener la motivación y enfocarse en lo positivo, depender únicamente de los pensamientos sin ejecutar acciones concretas no genera resultados.


El neurocientífico Andrew Huberman, de la Universidad de Stanford, explica que "el cerebro necesita señales de progreso para mantenerse motivado; visualizar el éxito puede ser útil, pero si no hay acción, el sistema de recompensa no se activa".


En el contexto peruano, la coach de desarrollo personal Carla Ramírez destaca que "muchas personas se quedan atrapadas en la idea de manifestar sin actuar, lo que las lleva a frustrarse cuando no ven resultados" y enfatiza la importancia de pasar de la intención a la ejecución.


Manifestar es un primer paso hacia el cambio, pero la acción es el factor determinante. Los pensamientos pueden influir en nuestra mentalidad, pero es el esfuerzo constante lo que realmente transforma la vida. La clave está en encontrar un equilibrio entre la mentalidad positiva y la acción estratégica para lograr lo que realmente deseamos.

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