Más allá de la protección: el impacto de las mascarillas en el estigma social
- Redacción Qhali
- 28 feb
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 mar
Las personas con diferencias faciales que experimentaron un mayor estigma se sintieron mejor al usar mascarillas.

Durante la pandemia de COVID-19, millones de personas usaron mascarillas para protegerse y proteger a los demás. Sin embargo, para algunas personas con diferencias faciales, cubrirse el rostro tuvo un efecto adicional: reducir el estigma social.
Marisa Krauter y Kathleen Bogart, psicólogas de formación, sostuvieron en una nota para Psychology Today que las personas con diferencias faciales suelen ser observadas con insistencia, reciben preguntas invasivas y enfrentan un escrutinio no solicitado. Estas experiencias tienen consecuencias negativas en la salud mental.
Con esto en mente, ambas investigadoras estudiaron cómo estos comportamientos estigmatizantes cambiaron o no después de que las mascarillas se vuelvan una parte importante de los seres humanos durante la pandemia.
El estigma perjudica la salud mental
El estudio reveló que las personas con diferencias faciales presentaban altos niveles de ansiedad y depresión. De hecho, el 47% de los evaluados cumplía con los criterios de fobia social.
“Cuanto más estigmatizado había sido el individuo, mayores eran sus niveles de depresión, ansiedad y fobia social”, sostuvieron las especialistas. “Esto añade más pruebas a la idea de que el estigma es un factor bien conocido que contribuye a empeorar la salud mental de las personas con diferencias faciales”.
¿Qué cambió con el uso de mascarillas?
El 82% de los participantes en el estudio informó haber usado mascarilla durante la pandemia. Como resultado, el 72% dejó de sentirse observado y el 78% recibió menos preguntas sobre su rostro. Es decir, el uso de mascarillas redujo significativamente el estigma social.
Este cambio también influyó en la autoestima: el 82% de los encuestados dijo sentirse menos cohibido al usar mascarilla.
La paradoja de las mascarillas
A pesar de estos beneficios, muchas personas con diferencias faciales eran reacias a seguir usando mascarillas solo para ocultar su rostro.
“Si bien las personas con diferencias faciales están a favor del uso de mascarillas, la reducción del estigma por sí sola no parece ser suficiente para motivarlas a seguir usándolas”, concluyeron Krauter y Bogar. “Además de estas discapacidades, muchas de ellas enfrentaban otras formas de estigmatización, incluso por sus creencias políticas. Así, se veían obligadas a elegir qué tipo de estigma podían afrontar mejor”.
Comentários