¿Respiras mal al dormir? Tu cerebro podría estar cambiando si sufres de apnea
- Redacción Qhali
- 8 abr
- 2 Min. de lectura
La apnea obstructiva del sueño no solo afecta el descanso: estudios recientes demuestran que la falta de oxígeno durante la noche puede reducir la memoria, la concentración y aumentar el riesgo de demencia. Descubre cómo proteger tu salud cerebral.

¿Roncas o te despiertas con sensación de ahogo? Podrías tener apnea del sueño, un trastorno que afecta a más del 30% de los adultos según la Sociedad Española de Neumología. Investigaciones recientes revelan que esta condición no solo interrumpe el descanso, sino que daña el cerebro, acelerando el deterioro cognitivo e incluso aumentando el riesgo de Alzheimer. Un estudio publicado en SciELO (2024) confirma que los pacientes con apnea severa tienen un 40% más probabilidades de desarrollar problemas de memoria.
¿Cómo la apnea del sueño afecta al cerebro?
La apnea obstructiva del sueño (AOS) provoca pausas en la respiración, reduciendo el oxígeno que llega al cerebro. Esto desencadena:
Estrés oxidativo: Daña neuronas y acelera el envejecimiento cerebral (Revista Médica de Chile, 2024).
Inflamación crónica: Relacionada con enfermedades neurodegenerativas (Psicología y Mente, 2023).
Fragmentación del sueño profundo: Fase crucial para consolidar la memoria.
Según un estudio de la Universidad de Harvard (2023), las personas con apnea no tratada muestran un encogimiento acelerado en áreas cerebrales vinculadas a la cognición.
Señales de que tu respiración al dormir está dañando tu cerebro
No todos los que roncan tienen apnea, pero estos síntomas deberían alertarte:
Despertar con dolor de cabeza (falta de oxígeno).
Problemas de concentración durante el día.
Olvidos frecuentes (llaves, citas, nombres).
Cambios de humor (irritabilidad, ansiedad).
Un informe de Psicología y Mente (2023) advierte que, si no se trata, la apnea puede duplicar el riesgo de deterioro cognitivo leve en adultos mayores.
Cómo proteger tu cerebro si tienes apnea del sueño
1. Diagnóstico temprano
La polisomnografía (estudio del sueño) es clave. La American Academy of Sleep Medicine recomienda evaluarse ante ronquidos fuertes y somnolencia diurna.
2. Tratamientos efectivos
CPAP: Máquina que mantiene abiertas las vías respiratorias. Reduce un 50% el riesgo de demencia (Journal of Neurology, 2024).
Cambios en el estilo de vida: Pérdida de peso, evitar alcohol y dormir de lado.
3. Ejercicios de respiración y neuroprotección
Yoga y meditación: Mejoran la oxigenación cerebral.
Dieta rica en antioxidantes: Arándanos, nueces y pescado azul protegen las neuronas.
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