%20-%20Editado.png)
Esta enfermedad no presenta síntomas claros, por ello ante cualquier molestia es crucial buscar a un médico y realizarse chequeos anuales.
El cáncer de ovario es una enfermedad cuya gravedad a menudo se subestima debido a su baja frecuencia en comparación con otros cánceres ginecológicos, como el cáncer cervical. Sin embargo, su impacto devastador radica en su dificultad para ser detectado a tiempo, lo que conlleva a altas tasas de mortalidad.
En el Perú, según las cifras de Globocan, se estima que se han registrado 1.164 nuevos casos de cáncer de ovario, y 742 fallecimientos a causa de esta patología. Según el Dr. Sebastián Ramírez , cirujano oncoginecológico de FALP, el cáncer de ovario es el cáncer ginecológico más letal, con una tasa de supervivencia muy baja en proporción al número de casos. Esto se debe en gran parte a que, en solo el 25% de las pacientes, el tumor se detecta cuando aún está confinado al ovario o la trompa de Falopio, mientras que en la mayoría de los casos ya se ha extendido a otros órganos de la pelvis y el abdomen.
Debido a una mayor y más acabada comprensión actual de esta patología, hoy se sabe que un porcentaje significativo de estos tumores se genera en la trompa de Falopio.
“Ahí se empiezan a producir cambios internos que a lo largo del tiempo finalmente pueden desembocar en un cáncer de ovario. El problema es que la trompa es un lugar poco accesible para tomar muestras e identificar que eso está ocurriendo”, explica el experto.
La dificultad para detectar este cáncer radica en sus síntomas inespecíficos, que se asemejan a los de problemas digestivos comunes. Esto lleva a un retraso en el diagnóstico, ya que muchos pacientes consultan a varios médicos antes de recibir un diagnóstico certero. “Es importante destacar que el cáncer de ovario no es una enfermedad sin síntomas, sino más bien es una con síntomas que suelen confundirse", destaca Ramírez.
No obstante, existen factores protectores que pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer de ovario:
● Uso de anticonceptivos hormonales.
● Embarazos.
● Lactancia materna.
● Ligadura o extracción de las trompas de Falopio.
Es crucial una detección temprana de esta enfermedad, si se experimentan síntomas abdominales persistentes, es fundamental buscar atención médica y una evaluación ginecológica adecuada.
A diferencia de otros cánceres ginecológicos, no existe un método de detección temprana efectivo para el cáncer de ovario. Aunque se han probado varias estrategias, ninguna ha demostrado ser lo suficientemente efectiva como para impactar en la mortalidad por esta enfermedad. Sin embargo, se está investigando la extirpación preventiva de las trompas de Falopio como una medida preventiva en mujeres sometidas a cirugías ginecológicas benignas o métodos de esterilización quirúrgica.
El tratamiento del cáncer de ovario varía según la etapa en que se detecte. Cuando se encuentra localizado, se realiza una cirugía para extirpar el tumor, seguida de quimioterapia si es necesario. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el tumor ya se ha extendido, lo que requiere una cirugía de citorreducción completa seguida de quimioterapia.
Es crucial que estas cirugías sean realizadas por profesionales especializados en centros especializados, ya que son intervenciones complejas que requieren habilidades quirúrgicas avanzadas. “La evidencia muestra que la supervivencia mejora significativamente cuando la cirugía es realizada por un especialista en cáncer de ovario, destaca el especialista de FALP.
댓글